Cultivada en la bahía de Morlaix (Bretaña) durante tres años en pleno mar, en una zona de fuertes corrientes, rica en algas y plancton donde la ostra disfruta de un mar puro.
Se caracteriza por su hermosa gama de colores beige y marrón y su aspecto carnoso.
Una vez en boca, la ostra libera una diversidad de sabores marinos y y un suave aroma a avellana que inundan el paladar.
Su excelencia y sabor único la premia con Medalla de Oro 2014 en Paris.